2018 dará espacio a dos acontecimientos hasta hoy ignorados por los medios informativos del Sistema financiero, que cuando los mencionan brevemente omiten situarlos en la misma perspectiva a uno del otro.
Dos revoluciones inimaginables hace sólo un año, que van a conmocionar al sistema financiero instalado a pesar de nosotros y ocasionalmente contra nosotros a menos que seamos capaces de acoplarnos a su ritmo. La primera revolución tendrá lugar en Estados Unidos con disposiciones fiscales y aduanales que protegerán a la industria nacional estadounidense.
La segunda llegará de Suiza, que colocará bajo el control nacional la emisión monetaria por los bancos.
¿Tiene la clase política latinoamericana la suficiente capacidad de previsión de las consecuencias de ambos anuncios? Por supuesto que no. Basta con ver las propuestas de candidaturas de los partidos políticos, que son aberraciones brutales para imaginar el desastre que nos espera, a menos que la implementación técnico - financiera venga de fuera y para ello ya se menciona a la ONU como el gran regulador.
Ambas revoluciones (llamadas así por Boulevard Voltaire) podrían afectar la tercera en Europa habida cuenta de la debilidad de Alemania que ha sido eje del Banco Central europeo. La Unión Europea está sometida a la globalización por medio de los circuitos alemanes y sus dogmas monetaristas, dogmas destinados a ser abatidos, el euro incluído. Los intelectuales independientes (lo que resta de la guerrilla del pensamiento), sembrarán en los pueblos la exigencia de rendición de cuentas a sus oligarquías por el fracaso, y otra a quienes no tuvieron tiempo de instalar sus modelos económicos perversos manipulando los instrumentos políticos constitucionales.
Las dos revoluciones en el dominio económico y financiero no producirán los efectos deseados con rapidez. La intervención quirúrgica a las entidades vitales económicas y su convalecencia va a ser de larga duración. Será necesario reconstruir (sin resiliensia deseable para algunos) sacando de los archiveros los modelos inacabados en el pasado para adaptarlos a un presente que afectará de manera lenta y dolorosa el entorno mundial. La casta política y financiera es incompetente para asumir la responsabilidad de las tareas a la vista. En cambio, uno de los componentes del futuro poder imaginable: el formado por los universitarios, los profesores, los investigadores y los intelectuales deberán aportar su creatividad.
Lo que queda por reparar
La interdependencia es asimétrica porque establece relaciones de fuerza cuyo resultado es la desigualdad. Este proceso de la asimetría a la desigualdad se prolonga con los acuerdos comerciales interregionales, que han seguido el paso de la coyuntura económica, de los recursos, las debilidades y las fortalezas.
El vendedor de materias primas se encuentra en una postura inferior a la del vendedor de equipo y mercancía elaborada; pero es éste el que controla el transporte y el acopio. Este desequilibrio favorece al protagonista dominante en la relación comercial que termina limitado a vender concesiones de explotación como ocurre en la minería instalada.
La derrota militar del Emirato islámico en sus reductos de Siria e Irak conduce a mediano plazo al reflujo de los enfrentamientos militares y a la inhibición de las medidas contrarias a los Estados nacionales con la intervención de promotores de la guerra de cuarta generación o de revoluciones coloreadas, o de revoluciones primaverables, formando una sola convergencia subversiva y criminalizada. Pero la significación del Emirato por la cantidad de hibridaciones que se reproducen en el mundo obligan a las naciones a tener puesta la mano en el tablero de las alarmas.
El deseo por parte de las potencias europeas de rebasar la capacidad industrial del adversario constituyó el motivo real de dos guerras mundiales y en ambos casos la estrategia seguida consistió en evitar, por parte de las potencias anglosajonas, que se pusiera en pie una alianza estratégica entre Rusia y Alemania. Eso sigue ocurriendo ahora mismo.
Con la industrialización en gran escala y la posibilidad geopolítica de evitar la competencia de un adversario a corta o larga distancia territorial, los centros de producción y las comunicaciones pasaron al primer plano de la concepción militar de una fuerza atacante. Así nació la necesidad de la gran capacidad de bombardeo por las fuerzas aéreas, lo que dio por resultado que el mayor número de bajas en cada conflicto se produjera en la población civil.
Pero la mayor molestia para el funcionamiento del orden mundial no geopolítico radica en los comportamientos electorales en casi todas las naciones. La pobreza, el hambre y el crimen organizado mantienen muy en alto el papel decisorio en la integración del poder público y de ello México es el más vergonzoso ejemplo aunque no el único.
GASTON PANDO! MEXICO
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