Como no sentir solidaridad con las víctima de los terremotos que azotan a nuestra bendita tierra?
Aun está vivo en mi recuerdo esa madrugada de febrero cuando entre los cerros de Angostura no me pude sostener en la tierra y pensaba que una alfombra voladora en la que me encontraba tendido, saldría en vuelo por el universo y yo como piloto. Ver moverse montañas como adornos de maqueta, desplomarse muros, observar días después puentes y casas desmoronados....Es fuerte. Tal vez sirve para decirnos que dejemos de ser tan soberbios y nos llame un poco a ser más humildes....
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