Hace unos días tuve un reencuentro después de muchas décadas de desencuentros. En un café restaurante de Santiago, bajo la mirada apaciguadora de un mediador, nos vimos y pudimos hablar mi padrastro y yo. Entre los dos pasamos largo el siglo de vida. El motivo de la reunión era intentar ponernos de acuerdo en unos asuntos de herencia. Lo inesperado se dio. Nos pusimos de acuerdo en principio, y lo más interesante fue que nos hemos vuelto a encontrar, esta ves sin intermediario, en un conocido restaurante de la capital de Chile. Fue toda una tarde de conversación, recuerdos a nuestros seres que nos dejaron, reconocernos después de tantos años sin vernos, discordias y mal entendidos. Mi padrastro, un distinguido abogado de reconocida trayectoria profesional en Chile y Europa, me invitó ese día a disfrutar de recuerdos, comentarios sobre el acontecer mundial y un montón de anécdotas que hicieron de ese reencuentro algo muy ameno y reconfortante. Cuando ya había transcurrido gran parte de la tarde en ese ambiente entre comidas, postres, cafés y conversación. Mi padrastro saca de una bolsa un par de revistas. Firma unas dedicatorias y me las obsequia. Una cuenta la historia de la prensa y radio de la provincia de Magallanes. Mi padrastro y su hermano, conocido periodista, fueron pioneros de la radio en Punta Arenas. Ahí nos dimos cuenta que con mi paso como radio controlador en una emisora de música ambiental nos unía un amor por ese medio de comunicación. Bueno, lo más divertido vino cuando me entrega una gruesa revista, muy bien editada, de mucha calidad los materiales y me cuenta la siguiente historia: Caminando un día por las calles del Oriente de Santiago, con una bolsa de compra, se vio rodeado de unos jóvenes que le sacaban fotos. Curioso pregunto de qué se trataba, ya que no creía que su fama llegará para tanto. Le contaron que participaban en un proyecto de una afamada organización de la moda inglesa que venía a realizar un estudio y articulo sobre el vestir en Chile del siglo XXI.
Bueno, mi padrastro ya es un hombre de 87 años así que le sonó todo como una tomadura de pelo, pero les entregó su dirección para sí en un tiempo después le querían contactar. Pues bien, pasado un tiempo le entregaron un número de revistas con el comentario de que en Chile las mujeres vestían mucho mejor y de acuerdo a las normas de la moda del siglo XXI que los hombres y que él era uno de los pocos que habían sido seleccionado, mayor de cuarenta años. Fue divertido ver como después de una larga vida y carrera en los negocios internacionales, mi padrastro, distinguido abogado, a los 87 años comienza su carrera de modelo....O sea, siempre la vida te puede sorprender con un nuevo comienzo........
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