Mi monasterio.
Una mañana fresca algo nebulosa y con rocío, me dio la bienvenida junto al canto de los queltehues.
Me instalé en un lugar del potrero, miré el siempre verde Challay, cerro mas alto de Angostura. Tenia la corona de nubes que un día los invasores incas penetraron para hacer sus ofrendas sagradas. Este seria el entorno elegido donde construiría mi pequeño monasterio, seria mi refugio.
Había pasado parte de mi niñez de internado y juventud en estas tierras,ahora con una cuota mayor de libertad, como un reto al pasado, instalaría aquí mi observatorio del universo, mi plataforma contemplativa. Angostura, la parte del valle central más angosto de chile, donde las cordilleras de los Andes y de la costa se unen, seria mi casa por algunos años. Tierra en un tiempo de la Quintrala, fue donada como expiacíon de sus pecados a los Jesuitas, posteriormente dividida en muchos fundos, propiedad de los apellidos vascos. Aquí Don José Miguel Carrera había decidido la defensa principal de la Patria Vieja. En las alturas de Angostura se apostaría la artilleria patriota y defendería los pasos de Chada,estero y pantanos de Angostura y paso de la Laguna de Aculeo. Ohiggins dejando de cumplir órdenes se parapeto en la Plaza de Rancagua siendo vencido por Mariano Osorio poniendo término a la patria vieja.
Ese día, cumpliría el rito de posicionarme cual conquistador de ese pequeño pedazo de tierra.No llegaría con la espada y la cruz, llegué con una tetera recién comprada y un jarro de aluminio. Junté tres piedras, hice un fuego y preparé té.
Solo en el potrero,disfrutando ese paisaje y el brebaje, diseñé en mi mente lo que seria la casa.
En dos días tendríamos 15 hombres haciendo las excavaciones para empezar con los cimientos. Serian seis meses de trabajos hasta los tijerales, años hasta que crecieran árboles,flores y la casa tuviera una historia propia, pero lo que nunca olvidaré, fue el momento cuando di el primer sorbo al té, solo conmigo y la naturaleza de este paraje mágico.
Me instalé en un lugar del potrero, miré el siempre verde Challay, cerro mas alto de Angostura. Tenia la corona de nubes que un día los invasores incas penetraron para hacer sus ofrendas sagradas. Este seria el entorno elegido donde construiría mi pequeño monasterio, seria mi refugio.
Había pasado parte de mi niñez de internado y juventud en estas tierras,ahora con una cuota mayor de libertad, como un reto al pasado, instalaría aquí mi observatorio del universo, mi plataforma contemplativa. Angostura, la parte del valle central más angosto de chile, donde las cordilleras de los Andes y de la costa se unen, seria mi casa por algunos años. Tierra en un tiempo de la Quintrala, fue donada como expiacíon de sus pecados a los Jesuitas, posteriormente dividida en muchos fundos, propiedad de los apellidos vascos. Aquí Don José Miguel Carrera había decidido la defensa principal de la Patria Vieja. En las alturas de Angostura se apostaría la artilleria patriota y defendería los pasos de Chada,estero y pantanos de Angostura y paso de la Laguna de Aculeo. Ohiggins dejando de cumplir órdenes se parapeto en la Plaza de Rancagua siendo vencido por Mariano Osorio poniendo término a la patria vieja.
Ese día, cumpliría el rito de posicionarme cual conquistador de ese pequeño pedazo de tierra.No llegaría con la espada y la cruz, llegué con una tetera recién comprada y un jarro de aluminio. Junté tres piedras, hice un fuego y preparé té.
Solo en el potrero,disfrutando ese paisaje y el brebaje, diseñé en mi mente lo que seria la casa.
En dos días tendríamos 15 hombres haciendo las excavaciones para empezar con los cimientos. Serian seis meses de trabajos hasta los tijerales, años hasta que crecieran árboles,flores y la casa tuviera una historia propia, pero lo que nunca olvidaré, fue el momento cuando di el primer sorbo al té, solo conmigo y la naturaleza de este paraje mágico.
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