viernes, 21 de noviembre de 2014

Anécdota sobre mi padre. Escrita por Alexandar Podunavac


Mi brate (hermano en Serbio) me sorprende siempre con historias de nuestros padres que el conoce mejor que yo quién viví poco con el...Después de muchos años de fallecido sigo conociendo facetas de su vida y cada día me acerco mas al hombre bueno que fue. Una generación perdida por la guerra y la política y que sobrevivió luchando siempre. 
Gracias Alexandar.
No comparto las mismas ideas de mi padre pero son circunstancias historicas distintas y no se si yo hubiera podido ser tan valiente y capaz de sobrevivir sus sufrimientos...

Aleksandar Podunavac Milic
Fecha un otoño de 1947, lugar una cancha de futbol en Asten, Austria. Equipos, uno formado por policias austriacos y el otro compuestos por 11 Serbios, sobrevivientes del campo de exterminio nazi Mathausen. Las camisetas de los austríacos numeradas del uno al once, la de los Serbios con once letras, mismas que componen un nombre J U G O S L A V I J A. Confeccionadas por sus mujeres, cosidas las letras a mano, pero se veían maravillosas, cuenta mi madre.Por razones políticas no podían volver a su patria, eran monarquista y el comunismo no los perdonó, pero nadie podía quitarles el derecho de defender los colores del país que los vio nacer, por el lucharon, sufrieron y sangraron. El capitán del equipo Serbio era un joven jugador de fútbol profesional, carrera que fue cortada de manera brutal, por la segunda guerra, llamado Sinisa Jovanovic. Empieza el partido y las fuerzas eran parejas, en un entrevero un austriaco le comete una terrible falta a mi tío Simke, cae al suelo y como era otoño quedó embarrado de arriba a abajo, se para, sabe que no puede agredir al policia, pero se agacha junta kilos de barro, con los que embarra cara, pelo y uniforme del agresor. En las tribunas alentaban cientos de serbios, hombres mujeres y niños, que sobrevivieron el holocausto y ese equipo les entregó una victoria, le ganaron en una batalla deportiva a su antiguo opresor, uno de los goles lo convirtió su capitán Sinisa Jovanovic.


Aleksandar Podunavac Milic No importa el color político, lo que importa es defender honorablemente aquello en lo que crees, por que, ...¿Quien es el dueño de la verdad? Los idealista, como nuestros padres, como tú o como cualquiera otro, no tranzan, ¿como se podría tranzar algo que es parte integral de nuestras vidas? Las diferencias idealistas deben COEXISTIR, de esa manera se puede llegar a construir un mundo más justo y más inclusivo, el idealismo construye, la política barata destruye. Te admiro brate, eres un idealista. La fruta nunca cae lejos del árbol, buena semilla dejó mi tío Simke. Abrazos.

  • Jovanovic George
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